Para mantener una piel joven y un rostro sano y sin impurezas es necesario mantener una buena higiene facial. En el día a día es esencial limpiar el rostro para eliminar restos de maquillaje, de células muertas y pequeñas particulas de la propia polución de las ciudades.

Sin embargo, aunque se mantenga una buena higiene diaria es necesario que, al menos 1 o 2 veces al año, se recurra a una limpieza profesional, para cuidar la piel y aportarla luminosidad. La limpieza profesional se puede realizar con diferentes métodos, todos tienen en común una penetración más profunda en la piel que la limpieza que realizamos de forma casera.

En la limpieza profesional, además de la higienización, la tonificación y la eliminación de células muertas mediante técnicas de exfoliación, se realiza una hidratación profunda del rostro para mantener su equilibrio natural y aportarle frescura.

Esta limpieza profunda mejora las características de nuestra piel, el resultado es un cutis que refleja todos estos cuidados y que brilla con luz propia. Te recomendamos que pases por tu centro d-pílate más cercano para informarte de los tratamientos de limpieza facial y de sus ofertas.

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